viernes, 19 de septiembre de 2008

EL COLAPSO DE LA USURA



IMPLOSIÓN EN EL IMPERIO

El contexto en que se da esta crisis

En estos días estamos asistiendo a la profundización de una enorme crisis financiera, con epicentro en EEUU pero con consecuencias en todo el mundo. En realidad esta crisis comenzó a mostrarse hace un año, pero ya se venía generando durante el 2006, y sus raíces son aún anteriores. Y bien podríamos decir que la “tierra fértil” para el desarrollo de tales raíces, se ha venido arando desde hace décadas.
En el año 2000, cuando publicamos “Economía Mixta”, dedicamos unos párrafos a lo que entonces denominamos “la trampa del crédito”, como ese fenómeno por el cual se incentiva a las personas a anticipar el consumo mediante el endeudamiento. En un primer momento el nivel de consumo se incrementa (porque las personas gastan el equivalente a lo que ganan, más el equivalente a lo que se endeudan), y en un segundo momento su consumo baja porque los endeudados deben restringir sus gastos regulares, para generar un ahorro que les permita pagar lo que deben, más los intereses incorporados, que en el caso de créditos a largo plazo, pueden llegar a duplicar el valor de lo adquirido. Eso por una parte genera una transferencia de ingresos desde la economía productiva hacia la banca, y por otra parte genera ciclos de sucesivas expansiones y contracciones en la economía. Porque si bien cuando se expande el crédito, el mayor consumo genera un crecimiento de la economía real, y entonces la gente aumenta sus ingresos y se posiciona mejor para afrontar sus gastos y sus deudas, este ritmo de crecimiento real siempre es menor a la expansión del crédito, y se generan las famosas “burbujas”, que indefectiblemente estallan.
Cuando hablamos de estos temas en “Economía Mixta”, también hicimos mención al nivel de endeudamiento que ya entonces tenía la sociedad de EEUU, y mencionamos que en algún momento eso iba a estallar. Todo indica que ese momento se aproxima. No es nada fácil estimar los tiempos de estas cosas; cuando en 1998 anticipamos la caída de la convertibilidad en Argentina, podíamos realizar el análisis sobre una economía mucho más pequeña, más simple, y acotada a un solo país. La economía de EEUU en cambio, además de ser enormemente mayor y más compleja, ha tenido la posibilidad de “exportar” sus problemas, y habría que disponer de una cantidad descomunal de información a nivel mundial, para poder efectuar pronósticos más precisos. Pero no cabían dudas de que la tendencia era hacia una crisis cada vez más profunda.

Antes de referirnos al detonante de la crisis actual, hay que entender como funciona la sociedad en EEUU con respecto al crédito, el consumo y la inversión especulativa. En ese país existe una cultura muy arraigada con respecto a endeudarse para trepar en el escalafón social (medido por el consumo). Y en aquellos que tienen capacidad de ahorro, existe una cultura muy difundida de invertir en acciones, fondos de inversión, y toda una serie de complejos instrumentos financieros, que aquí para el común de la gente ni se entiende de que se trata. En EEUU la mayor parte de la población se endeuda para comprar artefactos del hogar, autos y casas; y cuando los termina de pagar vuelve a endeudarse para renovarlos. Los estudiantes universitarios se endeudan para pagar sus estudios y luego van pagando sus créditos cuando se reciben. Es una sociedad endeudada, al punto tal que en la actualidad, el nivel de endeudamiento medio de los hogares representa el 120 % de sus ingresos anuales; o sea que en promedio, si los ciudadanos estadounidenses pudieran estar un año sin gastar un dólar, ni siquiera para comer, de todos modos deberían trabajar todo ese año y unos meses más para pagar lo que deben. Y el 75 % de ese endeudamiento corresponde a deudas hipotecarias, detonante de la actual crisis. Pero ese nivel de endeudamiento de los ciudadanos de EEUU, no es solamente interno (entre ellos), sino que se viene financiando también con el enorme déficit que tiene ese país tanto en la balanza comercial, como en su balanza de pagos, ya que es el gobierno más endeudado del planeta. Entre China y Japón acumulan títulos de la deuda de EEUU por valor de casi 2 billones de dólares, debido a su superávit comercial con ese país.



Los antecedentes de la crisis actual

Dentro de ese contexto de una sociedad acostumbrada a endeudarse crecientemente, por una parte, y a generar burbujas de inversión por otra, es que comienza a gestarse la burbuja inmobiliaria entre el 2002 y el 2005. En esos tiempos la Reserva Federal había bajado las tasas para activar la economía, luego del impacto recesivo que generaron los temores a partir de los atentados del 11/09. Los bancos entonces podían endeudarse al 2 % anual, y prestaban al 8 % anual a quienes querían comprar o construir una casa. Era un gran negocio financiero por sí mismo, pero la voracidad de la banca no se conformaba con eso; para captar más y más clientes que sacaran su crédito hipotecario, relajaron las regulaciones y los controles y otorgaron créditos a personas de menor solvencia (hipotecas “subprime”), y fue el auge del negocio inmobiliario, que hizo subir y subir el precio de las propiedades. Pero a su vez, para poder prestar a cada vez más clientes, los bancos necesitaban captar fondos en el mercado, y entonces fue cuando comenzaron a ofrecer en garantía las mismas hipotecas que tenían en cartera de sus clientes. Hicieron eso una y otra vez, y las hipotecas pasaron a ser el soporte de toda una compleja trama de instrumentos financieros de los que llegaron a participar también bancos europeos..
Millones de ahorristas, a través de bancos, fondos de inversión, y empresas que cotizan en bolsa, financiaron el crecimiento de la burbuja, la mayoría de las veces sin saber cual era la garantía final de su inversión. Todo esto con la anuencia de las prestigiosas calificadoras de riesgo que tanto se han ocupado de descalificar a las economías emergentes, y nunca previnieron a los ahorristas sobre el riesgo de estos irracionales instrumentos de crédito del primer mundo. Y todo fue un negocio próspero mientras las propiedades subían de valor y la rueda del endeudamiento y el pago de las cuotas seguía funcionando. Pero como toda burbuja un día estalló.
La Reserva Federal comenzó a aumentar las tasas hasta superar el 5 % para contener la inflación, y entonces los bancos también aumentaron las tasas de los créditos hipotecarios ya otorgados (que son a tasa variable). Mientras tanto muchos propietarios que no eran demasiado solventes, ya habían empezado a entrar en mora; pero al aumentar las tasas la mora se multiplicó y ya en el 2006 hubo 1.200.000 ejecuciones hipotecarias. El valor de las propiedades, que había llegado a niveles irracionales, comenzó a desinflarse, primero por una lógica de valores relativos, pero ese desinfle se aceleró cuando muchos propietarios pusieron en venta sus casas porque no podían pagar las cuotas de su hipoteca. Esta baja en las propiedades hizo que muchos propietarios tuvieran con el banco una deuda mucho mayor al valor de su casa, por lo cual también la pusieron en venta, con lo cual los valores siguieron bajando. Al día de hoy se estima que más de 5.000.000 de familias tienen en venta su casa porque no pueden pagar la hipoteca, y hay 2.000.000 que están por perderla en una ejecución.
Cuando estalló la crisis en agosto del 2007, se estimaba que había una morosidad acumulada de más de 500.000 millones de dólares en el mercado de las hipotecas. Pero mucho mayor era la pérdida de valor de los títulos y acciones que estaban respaldados por las entonces bautizadas “hipotecas basura”. En otras palabras, muchos de los bancos vinculados al negocio inmobiliario no pudieron afrontar sus deudas porque se evaporaron sus activos, apalancados en hipotecas incobrables y devaluadas. Y en esa compleja trama financiera, el efecto dominó empezó a arrastrar a la quiebra a muchas entidades relacionadas de algún modo con estos instrumentos financieros apoyados en una frágil burbuja. Los casos más resonantes fueron Freddie Mac, Fannie Mae, Bearns Stearns, y más recientemente Lehman Brothers y AIG, pero hubo un centenar de entidades afectadas en USA y algunas en Europa que tuvieron que ser apuntaladas.
Y este efecto dominó ya tiene un año, y aún no llegó a su fin. El gobierno de EEUU y la Reserva Federal inyectan cientos de miles de millones para morigerar el terremoto, pero nunca es suficiente, y la crisis en las hipotecas contaminó a todo el mercado financiero y bursátil. Los inversores sacan el dinero de los bancos y fondos de inversión por pánico y desconfianza, y con ello debilitan aún más al sistema financiero. Los tenedores de bonos o acciones tratan de venderlos para hacerse de efectivo, o porque prevén una mayor depreciación de los mismos, y al hacerlo, más se deprecian. O sea, se está pasando de la dimensión del problema hipotecario (de por sí enorme), a la dimensión de la profecía auto cumplida de una corrida bancaria y bursátil que genera quiebras en cadena. Y ese es el problema que hoy enfrenta EEUU.


Hasta donde llegará la crisis

Es muy difícil saber cuando se tocará fondo. En primer lugar porque aún no se sabe bien hasta donde llegó la contaminación con instrumentos financieros respaldados con las “hipotecas basura”, dada la complejidad de tales instrumentos. En segundo lugar porque además del problema financiero original, aparece el factor sicológico de la desconfianza de los ahorristas, mucho más difícil de mensurar y prevenir, y que seguirá provocando corridas. En tercer lugar porque en la medida que este problema financiero profundice su repercusión en la economía real, básicamente a través de la restricción crediticia para la inversión y el consumo, y a través de la pérdida de capacidad de gasto de la población, se irá acentuando la espiral recesiva. En cuarto lugar, porque la interdependencia entre las economías del mundo con la de EEUU, abren un abanico de múltiples consecuencias que se irán retroalimentando.
La economía de EEUU representa el 25 % de la economía mundial, y es sumamente interdependiente con China, Japón y Europa, con lo que tenemos más del 50 % de la economía mundial afectado directamente por la crisis. Por lo tanto prácticamente ningún país estará aislado de las consecuencias, aunque sea indirectamente y en diferentes grados. Una recesión en EEUU implica una fuerte disminución en el consumo del principal comprador de productos fabricados en China y Japón. Y una desaceleración en la economía china como consecuencia de ello, implicaría menos importaciones de materias primas por parte de ese país al resto del mundo. A su vez la desconfianza hacia las inversiones de riesgo afectará el flujo de inversiones en los denominados países emergentes. Pero en qué profundidad y por cuanto tiempo se dará eso, imposible anticiparlo.
El gobierno de EEUU, contradiciendo sus propios “principios” de ortodoxia liberal, de dejar que los mercados se autorregulen y quiebren los que tengan que quebrar, está apelando a recursos heterodoxos, inyectando cientos de miles de millones de dólares en el barril sin fondo de la crisis financiera. Si lo sigue haciendo, posiblemente evitará el Apocalipsis de un nuevo crack mayor al de 1929, pero a costa de llevar su endeudamiento como nación a límites inmanejables. Pero más allá de la poca o mucha espectacularidad que tenga la caída, lo seguro es una recesión y un debilitamiento prolongado en la mayor economía del mundo.


Cómo afectará a la Argentina

En una economía globalizada, las repercusiones de semejante crisis llegan a todos lados, pero en la medida que los efectos vienen por rebote son cada vez menos previsibles en el corto plazo, y poco mensurables en el mediano plazo. Por ejemplo, el desproporcionado aumento de los precios internacionales del petróleo y de las materias primas que se dio hasta hace unos meses, y su reciente y abrupta caída, tuvo que ver con el hecho de que muchos inversores que se salieron del mercado inmobiliario, huyeron hacia las commodities y formaron una pasajera burbuja en ese mercado, que ahora se está disolviendo. Pero hasta que esos capitales se inclinen definitivamente hacia algún tipo de inversión de mediano plazo, seguirán provocando turbulencias difíciles de prever.
De momento muchos capitales se están yendo a los bonos del tesoro de EEUU (que además está emitiendo bonos a mansalva para tener fondos para el salvataje del mercado financiero), porque se los considera seguros, aunque no dan prácticamente ganancia. De momento se venden los bonos de la deuda argentina, con lo cual bajan de cotización y aumenta el riesgo país, y con ello suben las tasas de interés a las que podría obtener crédito la Argentina. De momento bajaron los precios de los productos agrícolas que exporta Argentina, por desinfle de la transitoria burbuja, pero aún los precios siguen siendo rentables para los productores. Pero todo esto es en este momento. Podría pasar que cuando pase el pánico, algunos inversores consideren que ciertos proyectos en Argentina son menos riesgosos que los mercados especulativos del primer mundo, o tal vez no. Podría pasar que la baja en los precios de las commodities disminuya la presión inflacionaria, y eso nos traiga alivio. Seguramente que una recesión en EEUU contagiará a China y Brasil, que tienen una mayor relación comercial con ese país que la que tiene Argentina; pero como Argentina tiene mucha relación comercial con Brasil y China, quede afectada indirectamente, ¿pero cómo saber la medida de efectos indirectos, si ni siquiera se puede calcular la medida en los casos de efectos directos? Lo que sí sabemos es que Argentina no está en la lista de los que se verán más afectados. Porque si bien puede tener problemas para conseguir crédito, también los ha tenido en estos últimos años, y sin embargo creció, “viviendo con lo nuestro”, como dice Aldo Ferrer. Porque si bien algunos países pueden disminuir la demanda de algunos de los productos que hoy exporta Argentina, hay que considerar que antes, en algunos rubros había que restringir la exportación para asegurar el abastecimiento interno, o sea que ahora podría ocurrir también que la menor demanda se equipare a la capacidad exportable, y no disminuyan tanto las exportaciones.
Las reservas acumuladas de Argentina, y el margen que aún tiene de superávit fiscal y comercial, le dan un colchón que le permitirá amortiguar hasta cierto punto los efectos colaterales de la crisis en EEUU. Pero ahora más que nunca se deberá trabajar en un plan económico y una reforma tributaria que asegure, además del superávit fiscal, la reinversión productiva de las ganancias empresariales, para lograr desarrollo y redistribución de la riqueza, y así poder contrarrestar con creces cualquier coletazo recesivo en algunos sectores más expuestos a la crisis internacional.


Conclusiones

En definitiva, esta crisis del capitalismo y de la globalización, demuestran una vez más que se debe terminar con la especulación financiera en el mundo, forzando la reinversión productiva de las ganancias empresariales. El mundo ya no puede ser gobernado por la tiranía del capital especulativo, que genera pobreza y caos por doquier. El mundo tiene que avanzar hacia una Nación Humana Universal, en la que los pueblos, a través de la democracia directa, resuelvan que los inmensos recursos que hoy se destinan a la especulación, la usura, y el armamentismo, contribuyan al desarrollo que terminará con la pobreza. Y en ese sentido habrá que estar alertas, porque esta implosión financiera en el imperio lo está debilitando, pero como una fiera herida, con tal de recuperar el poder, puede pretender recurrir a la fuerza bruta, más de lo que lo ha venido haciendo hasta ahora.



Guillermo Sullings
18/09/08

domingo, 14 de septiembre de 2008

un libro imprescindible

Más allá del capitalismo

ECONOMÍA MIXTA

Si la historia se detuviera hoy, quizás podría decirse que la evolución de los sistemas económicos, luego de variadas e infructuosas alternativas, ha encontrado finalmente su punto culminante en el definitivo reinado del viejo y conocido capitalismo. Algunos dirán que este triunfo se debió a la superioridad de la doctrina liberal de la economía de mercado, y otros dirán que simplemente se debió al poderío económico de quienes lograron imponerlo; no obstante, triunfalistas o resignados, casi todos asumen el fin de la historia, subidos al carro triunfal de la globalización o aplastados por los cascos de sus desbocados corceles.

Sin embargo, pese a la aparente invulnerabilidad del gigante, algunas fisuras comienzan a dar la señal de su decadencia, y la historia, que siempre continúa hacia la evolución, le dará al ser humano, una vez más, una salida y un futuro.

Es por eso que los Humanistas, que miramos hacia ese futuro, que tratamos de ver más allá de la aparente solidez del prepotente sistema económico actual, afirmamos que hay algo más allá del capitalismo: La Economía Mixta.

Mucho es lo que se ha intentado, y mucho es lo que se ha aprendido de cada fracaso. Hoy sabemos que no se trata de imponer una economía centralizada y burocrática en la que un estado burocrático digita y controla todo, pero tampoco se trata de esperar que el mercado administre justicia social ni planifique el desarrollo. Tampoco se trata de una "tercera vía" donde el estado le pide permiso al poder económico para realizar tibias reformas cosméticas, porque eso no es otra cosa que capitalismo disfrazado con buenos modales. No se puede hablar de sistemas mixtos como si se tratara de mezclar agua con aceite, porque el aceite siempre se las arreglará para terminar arriba del agua; se trata de crear un nuevo sistema, una nueva sustancia que tal vez rescate algunas propiedades del aceite y del agua, pero incorporando otras, más adecuadas a un ser humano que está creciendo.

La Economía Mixta es un sistema apoyado en los pilares de una democracia real y participativa, no en una democracia formal en la que los seudos representantes del pueblo no son más que los socios y cómplices del poder económico, encaramados en las cúpulas de los partidos tradicionales, ofreciendo al electorado falsas opciones que inevitablemente terminan en traición.

En una democracia participativa, el Estado ya no será un ente disociado de los individuos, sino que se transformará en una suerte de Estado Coordinador, en una suerte de inteligencia social que velará por el interés del conjunto. El gobierno ya no será un botín de los arribistas sino que será la herramienta de la organización social, manejada por representantes genuinos y voluntarios.

Este concepto de Estado Coordinador, como inteligencia conjunta, disolverá las contradicciones entre los intereses del estado y los intereses de los individuos. Desde ese punto de vista, toda intervención del Estado en la economía se deberá entender como la necesidad de ordenar el funcionamiento económico desde una visión más amplia que la particular de las empresas y los individuos, pero precisamente para favorecer equitativamente el funcionamiento económico de los individuos y las empresas.

En un Sistema de Economía Mixta, se resolverá la raíz de la inequidad en la distribución de la riqueza, transformando el funcionamiento interno de las empresas a través de la participación de los trabajadores en las ganancias, en la propiedad y en la gestión de las mismas. A su vez, la implementación de reformas agrarias allí donde sean racionales y necesarias, y una modificación sensata en el derecho de herencia, pondrán límite a los excesos de poder económico que tanto daño han causado a la humanidad.

En un Sistema de Economía Mixta no se permitirá el control monopólico de los recursos estratégicos y de los servicios fundamentales por parte de grupos de poder que esquilman a la población. El estado nunca podrá renunciar a su deber de hacerse cargo de que se respeten los derechos humanos, entre los cuales están la salud y la educación públicas y gratuitas en un nivel de excelencia y no de "lo mínimo para los pobres". El estado será el único que podrá terminar con la explotación irracional de los recursos que destruyen el medio ambiente.

En un Sistema de Economía Mixta, no se dejará librada únicamente al mercado la iniciativa para la inversión productiva y la generación de empleo, sino que existirán políticas activas de desarrollo, guiando los emprendimientos privados o interviniendo para generar inversión. Allí donde la economía privada no llegue y existan recursos no explotados y gente sin trabajo, allí estará el estado implementando políticas activas.

En un Sistema de Economía Mixta, se desarticulará la especulación y la usura de la banca privada, mediante la creación de un Banco Estatal sin Interés que financie el desarrollo y termine con el control de la economía en manos de los capitales especulativos que se están adueñando de todo.

Seguramente la lucha contra la especulación financiera, será una de las principales que deberá llevar adelante la humanidad; y esta vez el estado, los trabajadores y los empresarios productivos estarán unidos, porque todos son víctimas del monstruo de la banca.

En un Sistema de Economía Mixta, el estado garantizará la igualdad de oportunidades, sin que la capacidad económica sea sinónimo de poder sobre las personas, y sin que el bienestar económico sea sinónimo de una carrera consumista desenfrenada.

Hoy más que nunca, ante la irracionalidad de los mercados que no sólo conducen a la marginación de las mayorías sino que además tienden a implosión del propio sistema capitalista, es necesario fusionar el interés social y el interés económico en un nuevo sistema donde el estado se haga cargo de las necesidades de la gente y del rumbo de la economía, a la vez que la gente se haga cargo del funcionamiento y del rumbo del estado.

Guillermo Sullings


ESTE LIBRO ESTA DISONIBLE EN:


http://www.libreriahumanista.com/Libros/029_Economia_mixta.htm


Fábricas recuperas por los trabajadores en Argentina

En este enlace hay un pequeño documental sobre las fábrica recuperadas por los trabajadores argentinos. Concretamente en este caso ZANON. 
Sin duda un efecto demostración de cuando la gente toma en sus manos las cosas con determinación y sentido el benefició es para todos, no sólo para algunos. 

UN NUEVO MODELO DE EMPRESA ES POSIBLE. MAS ALLÁ DEL CAPITALISMO

http://www.youtube.com/v/_z8nSlrfgGc&hl=en&fs=1

viernes, 12 de septiembre de 2008

Zeitgeist. Un documental sobre la manipulación de la religión, banca, estado......

A los cinco minutos del documental se expresa esto:

“Mientras más empieces a investigar en lo que creemos que entendemos, de dónde venimos, en lo que pensamos que hacemos, más empezarás a ver que nos han mentido”

“Nos han mentido todas las instituciones”

Y menciona esta cita de G. Massey (egiptólogo):

“Debe parecerles difícil a los que han aceptado la autoridad como la verdad, en lugar de la verdad como autoridad”

La primera parte del documental está dedicada a la religión. Para los estudiosos de mitos y religiones será un fabuloso paseo a través de la historia del mismo mito con sus distintas figuraciones por la historia, sus correlaciones astrológicas, etc. Sin embargo para los fieles a la letra antes que el espíritu será un embate para sus creencias.

No obstante, para los amantes de lo sagrado, debemos decir que el documental no entra en el tema de las experiencias religiosas, sino sólo en la elaboración argumental del mito: cómo este mito tan antiguo fue elaborado y convertido por intereses políticos en lo que hoy conocemos como la religión cristiana siempre tan ligada al control social.

Enlace en google a este documenta:

http://video.google.es/videoplay?docid=8883910961351786332



martes, 9 de septiembre de 2008

APORTES PARA UNA PSICOLOGIA TRASCENDENTE


II Foro de Psicología del Nuevo Humanismo
Propuestas para la liberación personal y social
Buenos Aires, 29 de Agosto de 2008

Universidad de Buenos Aires
Facultad de Ciencias Sociales



Presentación de La Comunidad para el desarrollo humano

Algunas propuestas para avanzar hacia una psicología
y una psicoterapia de lo “profundo”


Mi reconocimiento al Centro de Estudios Humanistas de Buenos Aires (CEHBA), por la iniciativa de organizar este II Foro de Psicología del Nuevo Humanismo.
Mi agradecimiento por darle a La Comunidad la oportunidad de presentar sus puntos de vista.

Entremos en tema.
El encuadre de este Foro nos invita a enfocar a la Psicología desde un punto de vista muy preciso: su aporte a la liberación personal y social.
Siendo esta la parte final del encuentro quisiéramos dejar planteadas una serie de propuestas que tiendan un puente hacia el desafío que nos propone el encuadre mencionado. Lo haremos apoyándonos en tres ejes principales:

Aclarar el problema que implica este objetivo.
Hacer una breve referencia a los antecedentes y estudios que en las últimas décadas han abordado estos temas desde la Psicología, a fin de comprender mejor cómo hemos llegado al momento actual; y finalmente,
Presentar algunas propuestas a los profesionales y estudiosos de las ciencias psicológicas que trabajan y contribuyen con su labor a la superación del sufrimiento humano.

El primer punto nos lleva necesariamente a hacer una muy breve descripción de la situación social mundial actual.

Los acontecimientos en todas las latitudes del mundo señalan un desborde de la violencia en todos los campos del hacer humano.
La falta de referencias claras genera desorientación en los individuos y en las poblaciones en general.
La situación de desorientación y contradicción interna que viven los individuos se experimenta como sufrimiento mental y este sufrimiento se traslada a otros y se realimenta en sí mismo generando una crisis general de “sentido en la vida”.

Esta situación de desestructuración acelerada de la sociedad y los individuos es también reflejo de una desestructuración acelerada de la conciencia humana, generándose un espiral creciente de crisis personales y desbordes psico-sociales que no pueden ser previstos ni comprendidos.

Queremos remarcar la afirmación de que esta sensación de “desestructuración de la conciencia humana”, este proceso actual de pérdida de referencias y fuerte desorientación, es parte de un proceso evolutivo, un proceso de “crisis de crecimiento”, donde la conciencia busca respuestas y referencias que no parece encontrar en el sistema de creencias actual.

Es el momento del “fracaso interno” que en algunos casos lleva a la desesperación y a la angustia, en otros a nuevos intentos pero manteniendo el mismo esquema de respuestas y por ende nuevamente al fracaso, y en algunos otros comienza una reflexión profunda que los impulsa hacia nuevos horizontes.

Es la época del “alma desilusionada” que tan bien la describiera Ortega y Gasset.

O cómo señalara Jaspers en una de sus obras: “En las situaciones límites o bien hace su aparición la nada, o bien se hace sensible lo que realmente existe a pesar y por encima de todo evanescente ser mundanal”.

Pero, ¿cómo salir de esta situación a la que parece estar encadenada la conciencia hoy?

Para esbozar una propuesta deberemos en primer lugar, intentar aclarar cuál es el origen de dicha situación de sufrimiento, y a partir de allí reflexionar sobre un posible camino a seguir.

Hablemos entonces de la raíz del sufrimiento humano y de los temas fundamentales de la existencia.
.
La raíz del sufrimiento humano reside en el temor. Temor a la enfermedad, temor a la pobreza, a la soledad y a la muerte.
Superar el sufrimiento, comprender el hecho de la muerte y alcanzar la trascendencia, son los temas que anidan en la profundidad del alma humana desde los tiempos más remotos.
Son los “temas fundamentales” de la existencia humana a los cuales está íntimamente ligado el “sentido de la vida”.

Podrá uno reconocerlos u ocultarlos. Podrá uno hacer mil cosas para “distraer” su conciencia de estos temas profundos, pero ellos estarán siempre allí esperando, lanzando sus señales, pidiendo y reclamando nuestra atención.
El ser humano no podrá liberarse del sufrimiento interno profundo sino asume con prontitud y explora en sí mismo estos temas.

La superación del sufrimiento mental, la comprensión del hecho de la muerte y la posibilidad de alcanzar la trascendencia, son temas que deben ser tomados y tenidos muy en cuenta por los profesionales de la Psicología que asumen el desafío de profundizar su aporte a la liberación humana.

La problemática sicológica y existencial en la sociedad actual se multiplica.
Los porcentajes de la población mundial que sienten en sí mismo esta “desestructuración interna”, que no le permite vivir en las condiciones que quisiera, crece exponencialmente.

Los profesionales de la psicología hacen su esfuerzo, pero sienten sus límites para contener esa avalancha de sufrimiento mental que pueblan sus consultas.

Los desbordes psicológicos individuales y sociales crecen en todas las latitudes.

Los mismos profesionales y estudiosos, se sienten a veces avasallados por una problemática existencial que no puede ser tratada ni respondida desde los parámetros y esquemas en que ellos fueron formados.

Como dice Salvatore Pulleda en su obra “Interpretaciones Históricas del Humanismo”:
“un psicoterapeuta que rehúse a priori a escuchar la voz que clama en demanda de sentido, ¿cómo podrá enfrentarse a la masiva avalancha de la neurosis de nuestros días?

La farmacología se hace cada vez más compleja. Y así cómo en algunos casos ayudan al avance de tratamientos, en otros casos quedan poco claros los limites del avance científico y la inhumana especulación de intereses económicos que alimentan a los laboratorios productores de tales medicamentos.

En todo caso, lo que importa aquí aclarar, es que se intenta dar respuestas a la problemática del sufrimiento humano, con herramientas, que la experiencia social demuestra, al menos, como insuficientes.
Dada la complejidad de la época, las explicaciones que parecían suficientes hace unas décadas no alcanzan para dar respuesta a las necesidades internas actuales.

Este último siglo se ha caracterizado por un avance espectacular en las ciencias aplicadas a la materia y al desarrollo tecnológico, pero ese avance no se ve reflejado en la misma magnitud en las ciencias que estudian lo interno e intangible del ser humano, tampoco en las ideas filosóficas y sicológicas y su aplicación más puntual en el campo de la psicoterapia.

No alcanza aquí la buena intención del profesional.

Entonces, ¿qué hacer?.
Cómo dijimos anteriormente, es necesario dar un paso más.

Este paso, en primer lugar lo deberemos dar todos aquellos preocupados por la psicología y la existencia humana.
Luego si, vendrá el momento, a partir de la propia experiencia, para intentar trasladar ese conocimiento a la práctica profesional, a la ayuda a sus pacientes, a su relación con el mundo y a los claustros académicos.

Estamos hablando de incorporar los temas de lo que podríamos llamar una “psicología de lo profundo”, o usando otros términos, una “psicología de lo trascendental”, a las prácticas psicoterapéuticas y a la formación profesional en los claustros académicos.
Esto no podrá surgir solamente de discusiones teóricas sobre el comportamiento humano, sino que debería tener una condición previa necesaria: la propia experiencia del profesional en el contacto con esa “psicología profunda”, que luego trasladará a su acción profesional en el mundo y abrirá así un nuevo horizonte en su valioso aporte a la liberación del sufrimiento personal y social.

Sin experiencia y sin una correcta comprensión de esa experiencia, todo intento en este campo caerá nuevamente en el terreno de la interpretación personal y la discusión teórica.

Esto que decimos no es algo nuevo. Tampoco decimos que no se haya avanzado, pero decimos que no ha sido suficiente para equilibrar la aceleración de la crisis general del sistema.
Hablamos de un proceso que están transitando las ciencias psicológicas en su afán de acompañar el proceso humano. Y en ese proceso, queremos destacar lo que entendemos sería un próximo paso necesario y evolutivo.

La psicología occidental es una ciencia muy joven que se encuentra en fase de sus primeros descubrimientos.
Haciendo un poco de historia, hace aproximadamente unos cien años aparece esa decisiva obra de Sigmund Freud titulada ¨La interpretación de los sueños” que tuvo en esa primer época una resonancia muy débil pero que estaba llamada luego a producir un nuevo camino en la psicología y en su aplicación psicoterapéutica.
Comienza allí un camino de exploración en la psicología de lo profundo.
No entraremos aquí a estudiar y/o discutir los fundamentos de esos estudios y teorías, ya que no ese el interés de esta presentación. Sólo hemos de resaltar el notable impacto que produjo esa obra en el campo de la investigación psicoterapéutica y en el avance hacia lo “profundo”.

Esto no se detiene allí, ya que las intenciones de acercar la investigación psicológica al campo de la profundidad de la conciencia, se ven peraltados y desarrollados aún más con los estudios de Jung, allá por 1921, quién luego de su estrecha colaboración con Freud orienta sus investigaciones hacia lo que el mismo llamó “psicología analítica”, advirtiendo las parcialidades de los desarrollos de Freud y Adler, y profundizando sus estudios de la complejidad del psiquismo humano. Sus más de doscientas obras, sus teorías de los arquetipos y tipos sicológicos es muy frondosa, y aunque difícil de caracterizar brevemente, señalan un avance notable en la profundización de la psicología y sus aplicaciones.

Contemporáneos a estos estudios son las notables y revolucionarias investigaciones de Husserl en el campo de la Filosofía. La fenomenología, caracterizada por los conceptos de “intencionalidad” y “sentido” de la conciencia humana, da impulso y sirve de base a nuevos desarrollos psicológicos.

Si hablamos del campo de una “psicología de lo profundo” no podemos dejar de destacar los aportes de Jasper y también de Binswagner.

De Ludwing Binswagner quisiera destacar el siguiente pensamiento que sintetiza su compromiso con una psicología de lo profundo:
“Hartos desdichados serían nuestros pacientes si, para sanar, estuvieran obligados a comprender a Heráclito o a Hegel; sin embargo, nadie sanara, ni será verdaderamente curado en lo mas profundo de su ser, si el medico no logra avivar en él esa llamita de espiritualidad cuya vigilancia debe relevar la presencia del soplo del espíritu”.

Entre estos estudios y desarrollos orientados hacia un análisis de los registros profundos de la conciencia no podemos dejar de nombrar las vastas obras de Sastre, producidas entre 1938 y 1960.

Este proceso no se detiene y es tal vez en 1945, con los desarrollos de Víctor Frankl creador de la Logoterapia donde encuentran su dimensión más alta. En su obra Frankl destaca la dimensión espiritual del ser humano y remarca que es la falta de “sentido” la principal raíz del sufrimiento humano. Esta “psicoterapia del sentido de la vida” se fundamenta en una conciencia activa buscadora de sentido, superando de ese modo las visiones mecanicistas predominantes en la Psicología clásica que colocaban a la conciencia como pasiva.

Pero como dijimos al comienzo, es necesario dar un paso más.

Es necesario profundizar en uno mismo los temas del sentido de la vida, la muerte y la trascendencia. Es necesario comprender cómo la falta de respuestas a estos temas genera sufrimiento mental y orientan la existencia en direcciones muchas veces conflictivas para la propia conciencia, llevándola a situaciones de crisis existenciales y frustración creciente. .

Es necesario el descubrimiento y reconocimiento de la existencia de los “espacios internos profundos” que ubicados más allá de los espacios habituales, no deben ser “interpretados” siguiendo esquemas sicológicos habituales, sino que deben ser “experimentados” sin los prejuicios propios ni ajenos.

No comenzamos de cero. Este nuevo paso hacia una “psicología de la profundo” cuenta ya con notables aportes que pueden ser explorados y desarrollados.

Al proceso histórico ya mencionado sumamos hoy los aportes que se realizan desde el Nuevo Humanismo o Humanismo Universalista reflejados en muchas de sus obras, de las cuales por razones de tiempo queremos rescatar solamente tres escritos:

Contribuciones al Pensamiento, donde Silo aborda la teoría de la imagen y de su emplazamiento en el espacio de representación.
Existe aquí un enorme aporte teórico-experiencial para comprender en profundidad la función de la imagen como transportadora de cargas psíquicas y como síntesis estructurada del funcionamiento de la conciencia y no como simple reflejo natural de percepciones y /o representaciones. Está también aquí desarrollada la teoría del “espacio de representación” como lugar interno donde se emplazan dichas representaciones.

Experiencias Guiadas. Las “experiencias guiadas” constituyen una serie de prácticas sicológicas apoyadas en formas literarias. Estas prácticas están concebidas desde una mirada donde los contenidos y fenómenos de conciencia que generan sufrimiento mental pueden reorientar su carga síquica y reordenarse armoniosamente al paisaje interno del practicante. También, varias de estas prácticas están orientadas a la reflexión profunda respecto a los temas del “sentido” de la vida, la muerte y la trascendencia, tema propios de una “psicología profunda y trascendental”.

Apuntes de Psicología. Es en este último escrito donde Silo describe y aborda en forma directa los temas de una psicología de lo profundo. Describe las distintas conformaciones y estructuras de conciencia y expresa la posibilidad de explorar los espacios profundos de la conciencia. Es en esta obra donde se detalla lo siguiente :
“Lo profundo (también llamado sí mismo en alguna corriente psicológica contemporánea) no es exactamente un contenido de conciencia. La conciencia puede llegar a “lo profundo” por un especial trabajo de internalización . En esta internalización irrumpe aquello que siempre está escondido, cubierto por el “ruido” de la conciencia. Es en lo “profundo” donde se encuentran las experiencias de los espacios y de los tiempos sagrados. En otras palabras, en “lo profundo” se encuentra la raíz de toda mística y todo sentimiento religioso.”

Pero, vuelvo a lo dicho en algunos párrafos anteriores, no bastará con el estudio y la lectura de estos trabajos para encausar el desafío que nos hemos propuesto. Será también necesaria la reflexión personal y la exploración de los propios espacios profundos por parte de aquellos profesionales y estudiosos de la psicología a fin de que a partir de sus propias experiencias puedan luego recrearlas y traducirlas en su práctica profesional y en la formación académica.


Sintetizando:

Vivimos en una época donde se caen las referencias de todo tipo y aumenta la desorientación y la violencia. Como correlato individual la conciencia humana se desestructura y no encuentra respuestas válidas a su “búsqueda de sentido”.
Este “sentido” declamado está directa y profundamente ligado a los temas fundamentales de la existencia humana, que son: la superación del sufrimiento, el problema de la muerte y la posibilidad de trascendencia espiritual.
Existe un proceso histórico, impulsado por numerosos profesionales y estudiosos de la filosofía y la psicología, que intenta explorar la profundidad de la conciencia humana en búsqueda de respuestas al sufrimiento mental. Este proceso, que tuvo un avance significativo entre 1900 y 1950, ha perdido fuerza en las últimas décadas.
Existen numerosos aportes realizados desde el Nuevo Humanismo que pueden ser de ayuda a la hora de intentar profundizar estos temas. Se destacan para este fin, los libros: “Contribuciones al Pensamiento”, “Las Experiencias Guiadas” y “Apuntes de Psicología”.
Es necesario que los profesionales de la Psicología profundicen y exploren estos temas en sí mismos a fin de poder luego trasladar dicha experiencia personal a la práctica terapéutica y académica.

La experiencia personal y el contacto con los propios espacios profundos, aunque a veces no puedan ser explicados en términos teóricos precisos, habilitarán en los profesionales y estudiosos de la Psicología una comprensión más profunda de la problemática existencial y de la falta de sentido que hoy inunda el alma humana.


Nada más. Muchas gracias.

Victor Piccininni

sábado, 6 de septiembre de 2008

MARCHA MUNDIAL POR LA NO VIOLENCIA


Estamos organizando la Marcha Mundial por la Paz, que partirá el 2 de Octubre de 2009 desde Wellington, Nueva Zelandia y terminará el 2 de Enero de 2010 en Santiago de Chile - Punta de Vacas, Argentina.
Será un evento Mundial, de gran magnitud.
Buscamos quienes quieran adherir, sumarse, colaborar, participar de cualquier manera, apoyar.


Información general pinchar foto-link

En este otro link hay un spot realizado por los amigos italianos para promocionar la Marcha Mundial.
http://it.youtube.com/watch?v=hGKY0XT1m-8

viernes, 5 de septiembre de 2008

EL CAMINO DE UNA NUEVA ESPIRITUALIDAD







"Pero los triunfadores de hoy no tienen asegurado el futuro porque una nueva espiritualidad comienza a expresarse en todo el mundo: no es la espiritualidad de la superstición, no es la espiritualidad de la intolerancia, no es la espiritualidad del dogma, no es la espiritualidad de la violencia religiosa, no es la pesada espiritualidad de las viejas tablas ni de los desgastados valores; es la espiritualidad que ha despertado de su profundo sueño para nutrir nuevamente a los seres humanos en sus mejores aspiraciones.".

http://www.youtube.com/watch?v=AHMHCc7p-OQ
http://www.silo.net/Index-es.php

LA BARBARIE NO TIENE LIMITES



El voto con el que el Parlamento europeo ha aprobado la norma sobre las repatriaciones es una vergüenza, una violación de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y una traición de los mejores momentos de la historia europea, basados sobre los ideales de democracia y de tutela de los derechos de cada persona

Encerrar por un máximo de año y medio a personas que no han cometido ningún crimen pero que, sencillamente, no tienen el permiso de residencia, significa encarcelarlas no por aquello que han hecho, sino por lo que son: estó es una atrocidad jurídica y moral que nos hace volver a los tiempos oscuros del nazismo, cuando judíos, opositores, homosexuales y gitanos terminaban en los campo de concentración sencillamente por lo que eran. Y permitir la repatriación forzada hacia países diferentes del de origen significa condenar a millares de personas a desaparecer en los campos de concentración del desierto libio.

Europa contesta con estas medidas vergonzosas a quien huye de la miseria, del hambre y de las guerras; es muy grave que muchos europarlamentarios que se dicen de izquierda se hayan abstenido, demostrando una vileza y una hipocrisia que los hace indignos de representar las esperanzas de quién los ha elegido. En este punto nada los distingue ya de los peores racistas.

Invito a todos los que se sienten ofendidos, preocupados y indignados por esta ofensiva racista a unirse para contestar juntos a este triunfo de la brutalidad y la discriminación, para cambiar la trágica dirección autoritaria y violenta emprendida por los gobiernos de Europa, que se olvidan del pasado.

Giorgio Schultze, Portavoz europeo del Nuevo Humanismo

jueves, 4 de septiembre de 2008

4ª JORNADAS DE PSICOLOGIA DEL NUEVO HUMANISMO


PROPUESTAS PARA LIBERACIÓN PERSONAL Y SOCIAL

1º parte
http://www.youtube.com/watch?v=-Yx9WgySCjM

2º parte
http://www.youtube.com/watch?v=c5Ob68ghYaU
Dario Ergas
(Visita su blog)

Una extraordinaria sintesis sobre el verdadero sentido de la vida, sobre la fuerza interna, la unidad interna o la conciencia libre de contradicciones y la trascendencia o inmortalidad.
Un camino de experiencia, mas allá de la primitiva creencia y una decidida apuesta por la humanización del mundo.

EL PROBLEMA DEL REPARTO DE LA RIQUEZA


El pasado 29 de Agosto, en el 3er. Foro Humanista de la Zona Sur, realizado en la Universidad de Quilmes, en uno de los paneles, el Vocero del Humanismo en Argentina, Guillermo Sullings, expuso sobre el tema de la distribución de la riqueza. A continuación su ponencia.

Mucho se ha dicho y se dice sobre el tema de la distribución de la riqueza. Lo cierto es que la tendencia mundial, y sobre todo en América Latina, es hacia una creciente desigualdad en dicha distribución. Sin embargo, parece que las preocupaciones al respecto de poco han servido para revertir este proceso, y mucha es la confusión acerca del tema.

En primer lugar, cuando se habla de este asunto, muchas veces no queda claro si estamos hablando de que los ricos son cada vez más ricos y los pobres son cada vez más pobres (desigualdades absolutas), o si estamos hablando de que independientemente de la mejor o peor situación absoluta de ricos y pobres, la brecha entre ambos aumenta (desigualdades relativas). Y en realidad, solemos encontrarnos con los dos casos y sus combinaciones.

En segundo lugar, a veces tampoco queda claro si es que los más ricos se enriquecen a expensas de los más pobres (transferencia de ingresos), o si son procesos independientes que dependen del nivel de desarrollo de cada sector. Y aquí también solemos encontrarnos con los dos casos y sus combinaciones.

En tercer lugar, nunca queda claro de qué forma se puede revertir este proceso y son muchas las recetas y escasos los resultados, sobre todo cuando no se asume que no se puede resolver con parches las contradicciones de un sistema económico intrínsicamente injusto.

Pero veamos algunas cifras para ilustrarnos mejor.

En el 1900, el ingreso promedio de los países ricos era 4 veces más que el de los países pobres; hoy es 30 veces más.

Hoy la mitad de la población mundial vive en la pobreza y un 20 % en la miseria.

El 90 % de la riqueza mundial se concentra entre Norteamérica, Europa, Japón y Australia.

En Argentina, en 1974 el 10 % más rico de la población tenía el 21 % de la riqueza, mientras que el 40 % más pobre tenía el 23 % de la misma. Hoy los primeros tienen el 35 % y los segundos el 12 %.

Para medir la desigualdad en la distribución del ingreso, a veces se utiliza el índice gini, y a veces la relación entre deciles de ingresos (10 tramos del 10 % de la población). Tomando este segundo indicador, estableciendo la proporción que hay entre el 10 % que más gana y el 10 % que menos gana, tenemos que en Argentina hoy esa relación es de 35 veces, en Brasil 58 veces, en Chile 40 veces, en Venezuela 21 veces, en EEUU 16 veces, en Francia 9 veces y en Japón 5 veces.

Sin embargo, cuando se habla del 10 % de la población que tiene mayores ingresos, podemos llegar a tener una idea bastante equivocada, sobre todo en América Latina, de quienes integran ese 10 %. Se podría pensar que allí están solamente los más adinerados; sin embargo, hace un par de años, una estadística realizada en Brasil, demostraba que en el decil más alto se incluían algunas empleadas domésticas de Sao Pablo (las mejores pagas). Y en Argentina están en el decil más alto asalariados con ingresos superiores a $ 2.500. Esto significa que la concentración de ingresos en realidad está en un porcentaje mucho más pequeño que el 10 % de la población, y esto como veremos tienen enormes consecuencias a la hora de intentar redistribuir el ingreso.

Estamos ante un fenómeno conocido como “la curva de los enanos de Pen”, con referencia a la ilustración que hacía el economista inglés, quien graficaba la distribución del ingreso como una larga fila de enanos que iba desde el primer decil hasta bastante avanzado el décimo, donde recién al final aparecían los gigantes. En Argentina, si vemos las estadísticas del ingreso familiar per-cápita, tenemos que en el primer decil ese ingreso va desde $ 0 a $ $ 120, en el segundo decil de $ 120 a $ 200, en el tercer decil de $ 200 a $ 260, y así siguiendo hasta llegar al noveno decil, que va de $ 900 hasta $ 1.300. Y en el decil de más arriba va desde $ 1.300 hasta.... ¡$ 42.000! (Sí, por cada miembro de una familia). Es decir que para el 90 % de la población, la diferencia entre un decil y otro es de $ 100 aproximadamente, o sea, la curva sube muy levemente hasta el decil 9, y sube abruptamente en el decil 10. Pero a su vez, si analizamos el decil 10 por dentro, veríamos que la mayor parte de los que superan el ingreso per-cápita de $ 1.300, van aumentando poco a poco (muchos con 1.400, muchos otros con 1.500, etc.) y recién al final se levanta abruptamente la curva.

Estamos haciendo todas estas aclaraciones, para tratar de comprender que el fenómeno de la distribución del ingreso, no solamente implica una grave injusticia, como conclusión obvia, sino que además, el poder económico concentrado se transforma en una fuerza, que potencia y acelera la profundización de la brecha distributiva, esterilizando cualquier intento que pudiera hacerse desde el Estado para revertir la situación, en tanto se lo haga dentro de las reglas del juego de la economía capitalista tal cual la conocemos.

Porque si como vimos, en el 10 % de la población que más gana, tenemos a muchos asalariados que apenas cubren su presupuesto familiar dignamente, ¿sobre qué porcentaje de la población entonces podríamos ejercer la presión tributaria necesaria para redistribuir el ingreso?. Obviamente que sobre un porcentaje muy pequeño, tal vez no más del 5 o 6 % de la población. Y entonces ¿A qué tasa debiéramos gravarlos para recaudar lo necesario para cubrir el presupuesto público y además redistribuir la riqueza?. Necesariamente a tasas tan elevadas que se considerarán confiscatorias en cualquier sistema tributario contemporáneo.

El caso de las retenciones a la soja recientemente, nos mostró un claro ejemplo de este fenómeno y de las reacciones que produjo.

Estamos diciendo que la concentración del ingreso, no solamente otorga un enorme poder político y mediático a sus beneficiarios, que se oponen con fuerza a cualquier intento redistributivo por parte de un gobierno, sino que además de la fuerza aparecen las “razones” con las que se ganan la solidaridad de buena parte de la opinión pública, ya que los impuestos elevados aparecen como injustos, arbitrarios y confiscatorios (independientemente de que las supuestas “víctimas” de semejante presión tributaria, igual sigan teniendo grandes ganancias, aún pagando el impuesto)

Desde luego que el ejemplo de la soja, es solo un caso de los varios que hay en Argentina de grandes ganancias en diversos sectores, productivos, comerciales y financieros.

O sea, que estamos ante un círculo vicioso, ya que una gran concentración de la riqueza tiende a auto sustentarse y concentrarse aún más, gracias al poder generado y a su capacidad de sumar adhesiones en una parte de la población.

Pero este no es el único factor que alimenta el círculo vicioso de la injusta redistribución del ingreso. Porque los sectores con mayores ingresos, al incrementar su consumo, presionan sobre los precios, generando una inflación que afecta más a los que menores recursos tienen. Porque si el 20 % de la población tiene un poder de compra equivalente al 80 % restante como ocurre en Argentina, está claro que todo aumento de precios que ese 20 % convalide en su fiebre consumista, no se retrotraerá por un menor consumo del otro 80 % cada vez más marginado, ya que los productores maximizarán ganancias vendiendo con mayor margen a los más solventes.

O sea que los sectores de mayores ingresos, no solamente pueden imponer las reglas del juego de la distribución al fijar salarios, lo que hace que la participación de la ganancia empresarial vaya en aumento en desmedro de la masa salarial; sino que además, indirectamente, a través del mayor consumo, restringen vía inflación el consumo de los más pobres a una canasta sumamente básica en el mejor de los casos.

Es claro que aún en los casos en que los sectores de menores ingresos han mejorado levemente su situación, la creciente desigualdad relativa con los sectores de mayores ingresos, generan un nivel de violencia social difícil de resolver. Por lo tanto, de poco sirven los tibios (y a veces poco creíbles) indicadores de mejora en la situación de los pobres, ya que no solamente esas tibias mejoras se desmoronan ante cualquier aumento en los precios, sino que además, aunque se mantengan en términos absolutos, la creciente desigualdad con los sectores que han multiplicado geométricamente sus ingresos, es un caldo de cultivo para la violencia, el resentimiento y la frustración social.

Es claro también que, directa o indirectamente, el crecimiento de unos pocos no es inocuo a la marginación de muchos (una suerte de “derrame al revés”). Y es claro que el único crecimiento económico que asegure la equidad social, será aquel que implique crecimiento con desarrollo, y sobre todo participación activa del Estado para que ese desarrollo sea con equidad distributiva.

La pregunta entonces es, ¿Qué debería hacer un gobierno para lograr esto, partiendo de la situación actual?. Debiera primero resolver la urgencia de la pobreza y la indigencia, y acto seguido revertir el plano inclinado del ingreso en la economía de mercado.

En Argentina es suficiente con redistribuir el 13,5 % del total del consumo de hogares, para acabar con la pobreza, y solamente el 2,4% para terminar con la indigencia. Así que eso debiera ser la prioridad presupuestaria del Estado, destinando a un subsidio por familia todos los recursos que hoy se destinan a planes sociales, más los que se obtengan de un impuesto a la renta extraordinaria. Y se debe explicar claramente esto a toda la población, para que no aparezcan luego los “defensores de las víctimas de los impuestos confiscatorios”. Para una emergencia, medidas de emergencia.

Pero como no se puede estar continuamente con medidas de emergencia e impuestazos, se deben equilibrar los ingresos sectoriales, revirtiendo el “plano inclinado” del mercado, con desarrollo y generación de empleo de calidad. Y esto se hace forzando la redistribución de las ganancias empresariales hacia la reinversión productiva, a través de una reforma tributaria, por la cual o bien el empresario reinvierte un alto porcentaje de las ganancias en nuevas fuentes de trabajo, o bien tributará tasas más altas para que el Estado se ocupe de efectuar esa inversión productiva. Pero también se debe revertir la inequidad distributiva entre ganancia empresarial y salarios, a través de la participación de los trabajadores en las ganancias de las empresas; para que se vaya cerrando la brecha de modo creciente y sustentable. Y finalmente se debe abolir la especulación y la usura, forzando la utilización de los cuantiosos fondos que hoy se usan en la especulación, para financiar el crecimiento con desarrollo y valor agregado; concretamente, la liquidez monetaria de las empresas debe ir hacia una Banca Nacional sin Interés, y no al circuito especulativo.

Finalmente, algo habrá que hacer también con los medios de comunicación masiva; porque no solamente están al servicio de los intereses del poder económico a través de la ideología que inculcan sus “formadores de opinión”, sino que además, condicionan el consumo y el consumismo de la gente. Y un consumo condicionado se direcciona hacia los monopolios, y la gente termina comprando productos en cuyo precio hay muy poco valor de salario, y mucha ganancia empresarial (de los eslabones productivos, comerciales y publicitarios), y eso también contribuye a concentrar la riqueza.

Algo habrá que hacer con los medios de comunicación masiva, para que estén al servicio de todos, y no solamente de los que tienen el dinero para costear sus elevados precios por segundo. Tendrán que ceder espacio....o tendrán que ceder los medios. Pero el tema comunicacional es fundamental; tan fundamental que se transforma en la primer dificultad al tratar de comunicar todas estas cosas, todas estas ideas que hemos escuchado aquí. Es difícil transmitir estas ideas a la gente boca a boca, mientras todo el día hay un televisor en su casa que lo lleva de las narices.

En síntesis, no se puede revertir el problema de la distribución del ingreso de modo sustentable sólo con impuestos, si no se cambian las bases del sistema político y económico. Democracia Directa y Economía Mixta.

Para saber mas de este autor y sus interesantes puntos de vista.
PIncha en su foto para ir a su link.


miércoles, 3 de septiembre de 2008

UNA PROBLEMATICA DE LOS JOVENES EN JAPON


Los jóvenes que en Japón se marginan voluntariamente son ya un millón

  • Se llaman hikikomoris, y son incapaces de seguir el ritmo de vida japonés.
  • Se recluyen en sus casas, a veces durante años.
  • La presión social, el culto a la imagen y la falta de ilusión se suman a la 'soledad cultural' del país.
  • Algunos sociólogos hablan de epidemia siquica. Sin duda el virus del sin sentido........

domingo, 31 de agosto de 2008

LA HISTORIA DE LAS COSAS

Un documental imprescindible para comprender algunas cosas importantes y ganar en criterio de realidad.

http://video.google.com/videoplay?docid=-5645724531418649230

sábado, 23 de agosto de 2008

En Memoria del gran musico y compañero de lucha, Xavi Jimenez Climent













Desde remotos lugares del planeta llegaron mails de apoyo a Xavi, también un hermoso poema, El Intento ancestral.

Mas información sobre Xavi Jimenez y su estupenda música:
http://larbredeles1000musiques.blogspot.com/2006/11/amalgama-8-el-periplo-del-pueblo-gitano.html

El intento ancestral

July 24th, 2006

Llamado por aquel inmemorial sentido,

buscas el gran tiempo sacro, absoluto.

Te guía el edén del vasto silencio,

del bondadoso latido, del afecto santo.

Y en tu intento hallas el acierto,

con la ayuda del error te encuentras.

Reconoces un horizonte de altura.

Intentas entonces descubrir el fuego,

devoto de un fulgor originario

que encendiera tu amanecer.

También descifras la palanca,

para absorber aquella inteligencia de fuerzas

que te propulsara a desplazar lo inamovible.

Y la perfecta, mágica rueda,

para contraer el espacio y dotar de alas al tiempo.

Sí, la tribu, el rito, la siembra, el pan, el templo interior…

y un gigantesco vuelo hasta los genes y el cosmos.

Tu intento nada sabe de fronteras,

sólo veneras aquel lejano llamamiento,

desde que tribal te deslumbrara el relámpago.

Marcos Pampillón
2004

OTRO POEMA INSPIRADOR

¿Desde dónde miras?

¿Acaso desde la límpida cima del monte?

¿O desde la futilidad de la ordinaria vida?

Silencia tu ojo vulgar.

Abre el oído ancestral y depura la mirada.

Observa que miras con velos.

Observa el alud de ecos vivos

con que enturbias el mundo.

Hermana el silencio a tu mirada y reposa.

Aquieta el torrente de voces.

Tu mirada cae por la cascada de las cosas.

Arrecia el rojo y la curva, la textura y el estrépito,

el paladar y los aromas.

Frondosa selva objetal y corporal,

atractiva y dominante.

¿Acaso eres capaz de separar lo mirado de lo que mira?

Todo pareciera estar afuera,si no miras tu ojo, si no escuchas tu oído.

¿Qué castillos modelas con arcilla de aire?

¿Por qué te empecinas en que el dragón despeje tu senda?

Tu prisma se ablanda y deforma,y con él tu mundo.

¿Será que crees en espejismos?

Eleva el horizonte de la mirada,

para forjar el espacio curvo.

Sube al peldaño del silencio,

ingresa al presente por fraguar.

Remoto tropel invasor,

añosa armadura que robotiza tu hoy,

noria cruel que te esclaviza.

¿Será que has de transformar tus óxidos

en profusos manantiales,

tu pesadez en una gota ingrávida,

tu conformidad en rebeldía?

Marcos Pampillón
2003

LA CURACION DEL SUFRIMIENTO


Palabras de Silo el 4 de mayo de 1969.
Su vigencia es total. Palabras profundas, no aptas para los acostumbrados a las cosas complicadas y las entelequias.


"Pues que el hombre sea redimido de la venganza: esto es para mí el puente hacia la suprema esperanza y un arco iris al cabo de muchas tormentas (F. Nietzsche) ".

UN LIBRO IMPRESCINDIBLE. EL FIN DE LA PREHISTORIA

Presentación en la Casa de América el
5 de noviembre de 2007

Dadle un vistazo a Madres contra la guerra de Puerto Rico

Nuevamente las madres se movilizan contra la tiranía del belicismo y la guerra promovidas por el presidente mas nefasto de la historia de E.U.A. G.W. Busch.

UNA MUY REFERENCIAL OPINION SOBRE EL TRABAJO EN EQUIPO

El primer astronauta español de la historia, Pedro Duque, explicó hoy que el crecimiento de China e India en la exploración espacial se basa "en su entusiasmo", factor que, en la actualidad, es mayor que en EE.UU y Europa, pese a que se trata de dos países con "menores recursos económicos".

Duque, Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional en 1999, realizó estas declaraciones en una conferencia ofrecida en Bilbao bajo el título "El trabajo en equipo en condiciones extremas: los vuelos espaciales" con motivo del inicio de los World Corporate Games (conocidos también como los "Juegos Olímpicos" de las empresas) en la capital vizcaína.

Subrayó que la "motivación" es el elemento clave del éxito del trabajo en equipo, un concepto que "no debe relacionarse sólo con los sueldos, sino con el entusiasmo", ya que "es lo único por lo que de verdad se mueve la gente".

El astronauta explicó su experiencia dentro de la industria aeronáutica y los dos vuelos que ha efectuado al espacio hasta la fecha, vivencias de las que extrajo conclusiones para establecer analogías con otros sectores y actividades económicas en materia de trabajo en equipo.

Indicó que, para mejorar el rendimiento, las empresas disponen de dos elementos como son "la inventiva, fundamentada en la generación de grandes ideas que provocan saltos en los métodos, y la precisión, que depende del esfuerzo y el tesón".

Sin embargo, al hilo de este segundo factor, sostuvo que, por encima de todo, el éxito del trabajo en equipo es la motivación, cuya importancia crece en función de la relevancia de la labor a desempeñar.

"Cuanto más exigente es la precisión y el rendimiento de un proceso, tanto más importante es cada una de las personas integradas en el equipo", afirmó Duque, que no descartó la posibilidad de involucrarse en el futuro en una nueva misión espacial.

"El objetivo es sacar lo mejor de cada persona, que dé el máximo, y esto se consigue logrando que la gente se entusiasme por lo que hace", que cada trabajador "se dé cuenta de lo importante que es" su labor, señaló, tanto para el resto de compañeros, como para el resultado final.

"Que cada integrante del equipo esté orgulloso de aquello a lo que se dedica", agregó.

Los World Corporates Games celebrarán su décimo octava edición en Bilbao entre hoy y el próximo domingo y se espera que participen unas 4.000 personas entre directivos y empleados de más de un centenar de empresas y multinacionales pertenecientes a los cinco continentes. efe

Viernes, 13 Julio, 2007

LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA, EL SUEÑO DERROTADO


Te invito a ver este documental que te pone en contacto con las mejores aspiraciones de la buena gente que nos ha precedido.

Aprendiendo del pasado.
La no violencia activa es la única salida.


LAS SUTILEZAS DE LA VIOLENCIA ECONOMICA


ECONOMIA Y VIOLENCIA



Visita su link-Foto



Introducción

Cuando los Humanistas hablamos de violencia, lo hacemos en un sentido amplio; no nos referimos solamente a las situaciones de violencia física, sino que también hablamos de la violencia sicológica, de la violencia racial, religiosa, sexual, y también nos referimos a la violencia económica.

Está claro que se ejerce violencia cuando se discrimina a otro por su raza o religión, cuando se somete a otro, cuando se lo priva de sus derechos, cuando se cometen injusticias. Pero a veces, las injusticias originadas por la violencia económica, no son tan sencillas de percibir, porque no siempre están claros los límites ni las responsabilidades. Son las fuerzas del Mercado, suele decirse cuando se intenta explicar ciertos fenómenos a través de los cuales millones de personas quedan marginadas y excluidas. ¿Quiénes son las víctimas y quienes los victimarios?.

Analizar los mecanismos mediante los cuales se termina ejerciendo la violencia económica, puede resultar sumamente revelador. Pero analizar, además, los mecanismos por los cuales, la violencia económica se realimenta con otros tipos de violencia, podría facilitarnos la comprensión, al menos en parte, de la compleja situación actual en el mundo.

Desde luego que no pretendemos en este breve ensayo, explicar todos los fenómenos sociales desde la economía. Eso sería caer en otra forma de economicismo, y desconocer absolutamente la verdadera dimensión del fenómeno humano. No se trata de causas y efectos, sino en todo caso de relaciones de concomitancia, donde el factor económico, y en particular la violencia económica, hacen su parte dentro de un esquema mucho más complejo.

No obstante, como la materia que nos ocupa en este trabajo, es la economía, nos tomaremos la libertad de mirar desde allí la interacción de fenómenos sociales, dejando en claro que es solamente un enfoque parcial y que, además, lejos está de agotarse, en estos conceptos muy generales que desarrollaremos a continuación.



Guillermo Sullings
30/10/2006



La violencia generada desde los sistemas económicos

Como concepto general podríamos decir que, todo sistema que ubique al hecho económico como centro de gravedad, es de por sí violento ya que por definición desplaza a un lugar secundario los valores humanos. Seguramente que a la hora de buscar ejemplos de violencia económica, los encontraremos en abundancia en la economía capitalista, y está bien que profundicemos allí, ya que es el sistema imperante en la mayor parte del mundo. Pero eso no puede hacernos obviar los atropellos cometidos en otros sistemas económicos, muchas veces fundamentados en ideologías que, paradójicamente, proponían mejorar la situación del ser humano. Si comenzamos por lo más grueso, encontraremos en algunos genocidios históricos, la búsqueda de imponer a sangre y fuego ciertos esquemas políticos y económicos. Desde las teorías del “espacio vital” para el desarrollo de sus pueblos, con las que el fascismo y el nazismo pretendieron justificar su expansionismo, con el sometimiento y exterminio de las denominadas “razas inferiores”. Pasando por los millones de muertes producidas en la Unión Soviética durante más de medio siglo, para sostener la “dictadura del proletariado”. Recordando también la masacre de 3 millones de personas en Camboya, bajo el régimen de los Jémeres Rojos liderados por Pol Pot, que entre 1975 y 1979 forzaron el éxodo de la ciudad al campo para, entre otras cosas, convertirse en el primer productor mundial de arroz.

Y aún sin llegar a los casos extremos de genocidios, en todos los regímenes en los que se trató de imponer desde el Estado, un sistema político y económico diseñado por un grupo de iluminados, encontraremos todo tipo de violaciones a los derechos humanos. Sin embargo, si bien la responsabilidad principal en estos atropellos ha sido de quienes han ejercido el poder, también existió complicidad de una parte de los pueblos, que permitieron que sus odios y resentimientos contra otras razas, etnias, o clases sociales, fueran exacerbados y utilizados por sus líderes, como combustible para el “motor revolucionario”.

Aunque si de genocidios se trata, el capitalismo tiene muchos ejemplos para darnos; desde los atropellos colonizadores en América, África y Asia, pasando por las guerras entre potencias industriales, siguiendo con las políticas represivas que dejaron centenares de miles de desaparecidos en toda Latinoamérica, y continuando hoy con las invasiones de los territorios con reservas petrolíferas.

Pero los casos que hemos señalado anteriormente, se refieren más bien a la violencia generada para imponer y sostener determinados sistemas políticos y económicos, persiguiendo por lo general el beneficio de ciertos sectores, e implantar determinados esquemas ideológicos por la fuerza. Pero también debemos señalar las situaciones de violencia que han generado tales sistemas económicos por su propia dinámica.

En los experimentos socialistas, la planificación centralizada de la economía solo pudo llevarse adelante aboliendo la libertad de las personas y encorsetando la libre iniciativa en una compleja madeja burocrática. Se debía producir y consumir lo que el Estado decía, en las cantidades planificadas y con los precios establecidos. Las personas se convirtieron en un simple engranaje de una pesada maquinaria productiva, cada vez más ineficiente. La prometida igualdad se tradujo como pobreza igualitaria, en la que, además, había cúpulas privilegiadas. Unos cuantos burócratas se atribuyeron el poder de decidir todo lo que debía ocurrir en la economía, generándose una cadena de autoritarismo y violencia sicológica.

El capitalismo en cambio, en nombre de las libertades individuales y rindiendo culto al libre mercado, generó las condiciones para que la economía se transformara en una lucha desigual, entre depredadores y víctimas. La tendencia a la acumulación del poder económico en pocas manos, rápidamente dejó en el olvido a la prometida sociedad de oportunidades, generando una creciente inequidad en la distribución del ingreso. La violencia que significó la explotación capitalista sobre los trabajadores, tanto desde el punto de vista de la inequidad distributiva, como desde el punto de vista de las condiciones laborales, con el tiempo derivaría, además, en la exclusión de millones de personas que irían quedando fuera del sistema. La violencia del sistema capitalista la sufren los excluidos y los marginados; la sufren los explotados por un salario miserable y también los diversos eslabones sujetos a la presión del eficientismo economicista. La sufren las víctimas de la usura, endeudados de por vida, y la sufren también los “homo-consumidores”, cuya voluntad es manipulada por la publicidad.

Pero la violencia generada desde los sistemas económicos, no se limita a la violencia ejercida para mantenerse por la fuerza, ni tampoco se limita a las situaciones de violencia propias de las relaciones económicas. También se ejerce violencia cuando la explotación económica irracional destruye el medio ambiente y los recursos naturales, contaminando y envenenando a todo el planeta. Se ejerce violencia cuando los poderes económicos se apropian del poder político, prostituyendo las instituciones que supuestamente habían sido creadas para garantizar los derechos de los ciudadanos. Se ejerce violencia cuando el poder económico se apodera de los medios de difusión para condicionar desde allí la subjetividad de las personas.

Pero vamos a profundizar en dos aspectos, en los que la violencia económica se relaciona íntimamente con dos tipos de violencia, que están llevando a las sociedades a su destrucción. Un aspecto es el de las guerras y el armamentismo, y el otro es el de la violencia social.



La economía y el armamentismo

Esta relación entre la economía y el armamentismo, se ha transformado en los últimos tiempos en un círculo vicioso en el que, por una parte, los poderes económicos buscan consolidar sus privilegios apoyados en el poder militar, mientras que por otra parte la industria armamentista busca aumentar sus ganancias alimentando conflictos.

En un excelente trabajo realizado por dos autores humanistas, Oscar Cevey y Javier Zorrilla, podremos encontrar abundante información sobre la proporción de los recursos que se destinan al armamentismo. Citaremos algunos datos a modo de ejemplo.

Cada año se gasta en el mundo cerca de un billón de dólares (un millón de millones) en armamentos, tanto convencionales como nucleares. En términos de gasto improductivo el drenaje militar es enorme: en la actualidad, entre quince y veinte de cada cien dólares gastados por los gobiernos centrales, se destinan a fines militares. Esto representa el triple de los presupuestos de enseñanza y ocho veces los de vivienda.”

China compró veintiséis aviones de combate a Rusia, por una suma de dinero que pudo haber servido para abastecer agua potable durante un año a ciento cuarenta millones de personas. Nigeria adquirió ochenta tanques del Reino Unido, cantidad que pudo haber servido para inmunizar con vacunas a dos millones de niños. La India ordenó veinte aviones de combate MiG-29 a Rusia, por un valor que pudo haber servido para proveer educación básica para quince millones de niñas, que no van a la escuela en ese lugar”

Con dos mil millones de dólares, en lugar de adquirir un submarino nuclear más, se podría reforestar la Tierra. Con cinco mil millones de dólares, en lugar de fabricar más bombas nucleares, se podría suministrar agua potable pura a buena parte del mundo. Con dos mil millones de dólares, en lugar de llevar a cabo una docena de ensayos nucleares, se podría hacer retroceder significativamente la desertificación. Con cinco mil millones de dólares, en lugar de fabricar otros seis bombarderos nucleares Stealth, sería posible reducir la contaminación atmosférica. Con catorce mil millones de dólares, en lugar de enviar armas a países de Oriente Medio, sería viable conservar el patrimonio de la naturaleza y eliminar residuos peligrosos.”

Los anteriores son algunos de los ejemplos de cómo se podrían resolver muchos de los problemas que genera la pobreza, destinando en ellos los recursos que hoy se destinan para la destrucción de la vida. Claro que semejante cambio en el destino de los recursos, no será posible mientras el poder económico sea dueño del poder político, ya que la violencia de la guerra es la que lo ayuda a mantener su poder.

Y al respecto, continuamos citando algunos párrafos del trabajo de Cevey y Zorrilla

Guerra y pobreza, son elementos inseparables que atraviesan a cada uno de los países en los que se desarrollan los conflictos bélicos. No es casual que los distintos lugares donde se asientan las guerras sean los que presentan las mayores miserias. Los intereses por dominar los recursos naturales y energéticos son el verdadero motor de las confrontaciones. La abundancia de recursos naturales que existe en ciertos territorios, lejos de ser explotada en beneficio de la población, motiva y financia la mayoría de los conflictos.”

En la actualidad existen más de setenta guerras en el mundo. Un tercio de la actividad económica mundial depende del complejo militar-industrial. Actualmente el total de países destina más de un billón de dólares al gasto militar, lo que representa cerca del 3% del PIB global, uno por ciento más que en el año 2000.”

EEUU es la superpotencia militar sin rivales. Gastará dos billones de dólares en los próximos cinco años, un presupuesto mayor que el de los catorce países siguientes. Tras los atentados del 11 de septiembre EEUU se ha convertido en una máquina de guerra: su gasto ha aumentado un once por ciento.”

Los países del G-8 son responsables de más del ochenta por ciento de todas las nuevas armas que se venden a los países pobres. Éstos fueron el principal mercado de venta de armas. Durante el periodo de 1997-2001, el mayor vendedor de armas del mundo fue EEUU con casi un cuarenta y cinco por ciento del total exportado.”

Hay detectadas al menos noventa empresas de ejércitos de mercenarios con sedes en quince países y operaciones en ciento diez naciones alrededor del mundo. Desde 1994 el Departamento de Defensa de EEUU ha suscrito más de tres mil contratos con doce de las empresas militares privadas que tienen sede en EEUU. El valor total de dichos contratos, incluidas las organizaciones mercenarias, superó los trescientos mil millones de dólares.”

Toda la información que acabamos de mencionar, es solo a modo de ejemplo, para ilustrar sobre la magnitud de un problema de muy compleja resolución, en la medida que los pueblos no tomen conciencia del rumbo que llevan las cosas y de la responsabilidad que les cabe. Hoy existe un inmenso arsenal atómico de más de 30.000 artefactos nucleares, capaces de destruir varias veces el planeta, y hoy es posible transportar en un maletín una bomba 10 veces más poderosa que las que destruyeran Hiroshima y Nagasaki. Hoy es más urgente que nunca que el clamor de las poblaciones exija un inmediato desarme nuclear, que obviamente no pasa solamente por frenar el ingreso de nuevos miembros al selecto club atómico, sino que pasa fundamentalmente por el completo desarme de los viejos socios: las grandes potencias. El problema radica en que, precisamente, muchos intereses económicos ligados a las grandes potencias, se respaldan con el poderío militar. Está claro que no podemos esperar que esta iniciativa del desarme, la tomen quienes trafican y comercian con la muerte, ni quienes son capaces de bombardear pueblos enteros para quedarse con un pozo de petróleo. Son los pueblos los que tienen que recapacitar sobre el tipo de gobernantes que están apoyando. Pero este tema lo analizaremos más adelante.



La economía y la violencia social

En un pasaje de este trabajo, mencionábamos que algunos líderes violentos, habían fomentado el odio y el resentimiento en ciertos sectores de la población, exacerbando la discriminación entre etnias o clases sociales, para catapultarse hacia la toma del poder. Esa combinación letal entre líderes autoritarios y sectores sociales enfrentados, llevó a muchos excesos y en algunos casos a genocidios. Pero aunque no se llegue a ese tipo de confrontación organizada, en muchas de las llamadas democracias actuales, la desestructuración social es un caldo de cultivo para todo tipo de violencia, y está claro que la violencia económica juega un rol muy importante para potenciar esta situación.

Cuando analizamos los factores de discriminación entre las etnias que conviven en un país, vemos que las diferencias dadas por el color de piel, la religión y las costumbres, se potencian cuando coinciden con las fragmentaciones dadas por la situación económica. Muchos de los aspectos del estilo de vida de algunos inmigrantes, guardan relación con su precaria situación económica y con el tipo de trabajos que tienen que realizar para sobrevivir. Esto los ubica en una situación de diferenciación con otros sectores de la población, y tal diferenciación suele alimentar la discriminación recíproca. Inversamente también ocurre que cuando determinados sectores de inmigrantes, alcanzan una mejor situación económica que otros, la discriminación y el resentimiento de parte de los menos favorecidos aumenta.

La discriminación (para arriba o para abajo), generada por la desigualdad económica, más allá de que los estratos sociales coincidan o no con determinadas diferencias étnicas, no es un fenómeno nuevo en el sistema capitalista. Como citamos en el libro de Economía Mixta, ya los “fouding fathers” de USA fundamentaban al capitalismo por una supuesta “naturaleza humana”, en la que existían desigualdades innatas, y la auto selección de los mejores debía colocar a estos en el poder. Madison sostenía que “...el poder reposará sobre el derecho de propiedad que se halla legitimado por la diversidad de facultades individuales....el gobierno tendrá como finalidad proteger esta distribución desigualitaria de la propiedad, que se encuentra, por consiguiente, justificada por la misma naturaleza humana...”. Ya en aquellos tiempos se estaba justificando ideológicamente a una sociedad individualista, en la que solo habría ganadores y perdedores, fracasados y triunfadores.

Todo comenzó a medirse con la vara del éxito económico. Para un empleado, el desocupado es un holgazán. Para un directivo, el empleado es un perdedor incapaz de ascender. Para un empresario, los gerentes son perros fieles, incapaces de abrirse camino por sí mismos. Un sistema económico apoyado en esas valoraciones, solo puede generar violencia social. Si esa violencia no se canaliza tras el “nuevo orden” de líderes violentos, se canalizará desordenadamente a través de la delincuencia, la droga, el suicidio y la confrontación social.

Mientras tanto, los medios de difusión se ocupan de mostrar a la población cuales son los modelos de vida a seguir, y sobre todo qué tipo de productos deben consumir. El resultado logrado en la vida real: un puñado de imbéciles que se creen triunfadores porque lograron parecerse a esos modelos impuestos, y millones de frustrados que sienten que quedaron fuera de carrera.

Seguramente algunos creerán que un buen motor para el progreso social, es la expectativa de cada uno por estar en el escalón siguiente; el desocupado intentará ser como el empleado, el empleado como el gerente, y el gerente como el empresario. Y posiblemente en algunos casos haya funcionado así. Pero olvidaron al menos dos factores. El principal, que el ser humano es algo mucho más profundo y complejo, que un simple “actor económico”. El otro factor es que, además, la propia tendencia del capitalismo hacia la concentración, lo convierte en una carrera desenfrenada en la que unos pocos ganan y la mayoría pierde. Y si el motor del sistema era la promesa de un futuro de éxito económico, ese futuro se ha ido cerrando cada vez más.

Lograron convencer a la gente de que el sentido de la vida era el éxito económico y cierto estilo de vida; pero como eso es para unos pocos elegidos, la vida pierde sentido para la mayoría. O sea, que el sistema capitalista vacía a la gente por fuera, y también por dentro. Y desde luego que los exitosos también quedan vacíos por dentro. Y desde luego que fracasar en la carrera de la estupidez, debiera finalmente ser reconfortante, y abrirnos paso al verdadero sentido de la vida. Pero mientras dure la hipnosis, los fracasos no aceptados se transforman en depresión, resentimiento, envidia, y búsqueda de revancha por cualquier vía; y eso se traduce en violencia de todo tipo.

Es como si hubiera una guerra civil no declarada. Y en las guerras se trastocan los valores: no hay amor, no hay compasión, no hay respeto, no hay códigos de convivencia, y todo se justifica en la lucha contra el enemigo. Enemigo es el que tiene más que yo, porque lo culpo de lo que no tengo. Enemigo es el que tiene menos que yo, porque siento que me asecha. Enemigo es el que tiene igual que yo, porque estamos compitiendo y no permitiré que me saque ventaja. Y con el enemigo vale todo, vale la traición, vale el despojo, el robo, el crimen, la explotación, y la indiferencia ante su sufrimiento.

Así las cosas, el delincuente no se siente delincuente, se considera un justiciero que toma lo que la sociedad le niega. El que odia a los que más tienen, no se reconoce como un resentido, siente que con su odio hace justicia. El que desprecia a los perdedores, está convencido de que son inferiores y tienen lo que merecen. Cada cual conforma su escala de valores de acuerdo a su propia violencia interna, y en función de ella proyecta su violencia afuera. Esta violencia, en la medida que las personas logran mantenerse dentro del sistema, suele canalizarse dentro de los “carriles legales”, y se ejerce la violencia bajo el amparo de la ley. Pero en la medida que más gente va siendo marginada del sistema, aumenta la violencia considerada ilegal, creciendo los desbordes y la consecuente represión, que realimenta el círculo vicioso de la violencia.

La pregunta entonces es, ¿cómo se rompe este círculo vicioso de la violencia?. Desde luego que no será cambiando un aspecto parcial de la sociedad, como lo es el económico, que se solucionará el problema de la violencia. Hace falta una transformación integral del ser humano, un cambio de sensibilidad y de valores que genere como consecuencia otro tipo de sociedad, y en ese otro tipo de sociedad será posible otro tipo de economía. Pero seguramente que avanzando en la comprensión de nuestra propia violencia, es como podremos avanzar hacia una sociedad no-violenta. Y en este trabajo estamos intentando avanzar en la comprensión de la violencia económica, y desde ese enfoque cabe preguntarse entonces:

¿Nuestra organización social tiene violencia económica porque el sistema económico es violento, o este sistema es violento porque así es la naturaleza humana?



El cambio social y el cambio individual

Desde luego que los humanistas no creemos en una naturaleza humana inmutable, sino que afirmamos que es la intencionalidad humana la que hace evolucionar a las sociedades, y la que hará que finalmente el mundo salga de esta trampa de la violencia. No es posible que la sociedad cambie si no van cambiando simultáneamente las personas, y a la vez no habría un cambio verdadero en las personas, si no se ocupan de cambiar a la sociedad.

Hay quienes sostienen que el capitalismo, aún con sus injusticias, es el único sistema que funciona, porque el individualismo y la ambición que motorizan el desarrollo en este sistema, son parte de una naturaleza humana que no puede cambiar. Afirman que la solidaridad puede ser en teoría muy interesante, pero en la práctica no moviliza a la mayoría de las personas, y por lo tanto ningún sistema económico basado en ella tendrá futuro.

Algunos afirmamos que un cambio de sensibilidad ya se está dando, y la búsqueda de nuevos valores hará que la intencionalidad humana termine por transformar este sistema violento e inhumano, por propia necesidad.

En la interesante obra publicada hace poco tiempo por Rafael de la Rubia, “Hacia un Nuevo Humanismo”, hay un modesto aporte de quien escribe estas líneas, acerca de la nueva sensibilidad y los nuevos paradigmas en la economía. Allí se citaban palabras dichas por Silo en mayo del 2004 en Punta de Vacas “...los pueblos experimentarán un ansia creciente de progreso para todos, entendiendo que el progreso de unos pocos termina en el progreso de nadie...”

Y decíamos en este trabajo que, “a pesar de que algunos pocos (aunque poderosos), siguen creyendo en el paradigma de la ley del más fuerte y de la auto selección de los más aptos, las grandes mayorías van comprendiendo la necesidad de un progreso con equidad social. Sin embargo, el viejo sistema capitalista no puede dar respuesta a esa necesidad, porque está montado sobre paradigmas de un mundo que ya va muriendo, el mundo del individualismo, el egoísmo, la explotación y la indiferencia. Mientras tanto, la organización social está asentada sobre instituciones y legislaciones que, mientras cubren la apariencia formal de la igualdad de todos ante la ley, en la práctica se alinean cada vez más con los dictados del capital internacional, que se alimenta de las desigualdades y la marginación.

Es cada vez más evidente que esta nueva sensibilidad que va naciendo en la gente, y que en el ámbito de la economía se manifiesta en esa necesidad de progreso para todos, sólo podrá canalizarse en una profunda transformación social, en la medida que la organización del estado y la economía se monte sobre nuevos paradigmas, acordes con esa nueva sensibilidad.”

El ser humano está creciendo, y le queda chica la ropa del sistema capitalista. Hacen falta nuevos paradigmas para la organización económica. Todos los procedimientos de un nuevo sistema económico, debieran pasar el examen de respetar un paradigma fundamental: Iguales oportunidades para todos.”

Finalmente, en el trabajo mencionado, comentábamos los puntos principales del Sistema de Economía Mixta, como lo que podría ser la forma de organización económica adecuada para la nueva sensibilidad que va naciendo, superando la violencia que genera el capitalismo. Desde luego que no es la idea aquí extendernos en los detalles de la Economía Mixta, pero podemos recordar las propuestas más relevantes.

La participación de los trabajadores en las ganancias, las decisiones y la propiedad de las empresas, como un modo de mejorar la distribución de la riqueza y asegurar la reinversión productiva. La Banca estatal sin interés, para terminar con el monopolio financiero de la usura privada. El rol de coordinador de la economía, de parte del Estado, para evitar la anarquía de los mercados, sin que por ello se ponga freno a la iniciativa privada. Un régimen político de democracia directa, para resolver positivamente la contradicción actual, entre lo público y lo privado.

Lo que queremos decir entonces, es que por una parte no se puede esperar que un nuevo sistema económico cobre fuerza, mientras no cambie la escala de valores, ni mucho menos se puede tratar de imponer un nuevo sistema que no coincida con la sensibilidad social. Pero también decimos que, en la medida que ésta va cambiando, se hace necesario transformar el viejo sistema, porque responde a una vieja sensibilidad que va muriendo.

Y desde luego que para cambiar un sistema político y económico, acorde con una nueva sensibilidad que va naciendo, no será necesario esperar hasta que el último de los seres humanos sintonice con ella. Desde luego que un sistema económico que se apoye en el motor de la solidaridad, en lugar del egoísmo, no puede depender de que no quede un solo egoísta sobre la faz de la tierra. Tampoco el capitalismo necesitó que todos fueran empresarios para ponerse en marcha. Bastará con la iniciativa de unos cuantos para dar el impulso inicial y mantener en marcha un nuevo sistema político y económico. Pero esa iniciativa debe tener el camino expedito mediante el cambio de la legislación, y para eso sí es necesario el apoyo de las mayorías.

Sin embargo, parece ser que para que esto se produzca, será necesario superar algunas contradicciones en las que suelen caer los pueblos, que a veces dan muestras de avanzar hacia una nueva sensibilidad, más solidaria y no-violenta, pero otras veces parecen retroceder y aferrarse a viejos valores, o al menos a viejas respuestas.



Las sociedades deben hacerse cargo de su parte

Si hiciéramos una encuesta, y le preguntáramos a la gente si desea la guerra, posiblemente la mayoría nos diría que no. Si preguntáramos si desean la violencia social, o la injusticia económica y la marginación de miles de millones de seres humanos, posiblemente la respuesta de la mayoría sería negativa.

¿Pues entonces, de quién es la culpa de que estemos así?

De los gobernantes dirán algunos. De las multinacionales, dirán otros. De los medios de comunicación, arriesgará alguien. O del poder económico, que en definitiva maneja a los gobernantes y a los medios de difusión, podríamos decir también para simplificar las cosas.

Sin embargo...¿Quién elige a los gobernantes?, ¿Quién sostiene al sistema económico con la ambición y el consumismo?, ¿Quién le cree ciegamente a los medios de difusión?

¿Qué es lo que genera esta contradicción entre lo que se dice y lo que se hace: la hipocresía o la impotencia?. Seguramente que hay muchos hipócritas, que solamente son fieles a sus mezquinos intereses, aunque humanicen sus discursos, para disfrazar sus motivaciones. Pero hay mucha gente que si bien genuinamente siente la necesidad de un cambio, no encuentra un camino claro hacia esas transformaciones, y mucho menos ve con claridad una relación directa entre sus acciones cotidianas y la violencia en el mundo. Y entonces la impotencia se transforma en resignación, indiferencia e hipocresía.

Claro que no es fácil visualizar, hasta qué punto el consumismo de una persona tiene que ver con la desnutrición de otras.

No es sencillo comprender cómo los esfuerzos competitivos de una persona para conseguir un puesto de trabajo, se corresponden con la impotencia de quien queda desocupado.

No se ve con claridad cómo la ostentación de algunos genera la envidia y el resentimiento de otros.

No se entiende que a veces, el afán de cada cual por ocuparse exclusivamente de su propia vida, se torna en indiferencia hacia otros; y mucho menos se entiende que esa indiferencia, también es violencia.

Es por todo eso que tampoco se entiende a la violencia irracional, ejercida por aquellos que ya no tienen nada que perder, contra una sociedad a la que intuyen colaboracionista con el sistema que los margina. Y tal vez desde esa falta de entendimiento, es que a veces se avalan, como solución a la violencia, las políticas represivas y agresivas del sistema, fronteras adentro y fronteras afuera, con el pretexto de combatir a los violentos.

Ahora bien, algunos se preguntarán, ¿Y si se lograra entender esta mecánica,...entonces qué? ¿Acaso dejaría de girar la rueda?. La lógica indica que nada puede hacerse desde una acción individual para cambiar un sistema.

Sin embargo, no debiera haber algo más ilógico que la lógica de la violencia, porque nos está llevando a la destrucción. Tal vez algún día, tanta violencia nos sature, hasta hastiarnos de nuestras propias debilidades, y entonces tengamos un espacio para la comprensión, por encima de la negación suicida, o del insuficiente e inocuo entendimiento intelectual. Tal vez comprendamos que la carrera por el éxito individual, colectivamente se transforma en una avalancha humana en la que millones mueren pisoteados; y aunque personalmente creamos que no hemos pisado a nadie, hemos empujado a otros para que lo hagan.

Tal vez por necesidad, algún día, nos cansemos de correr tras el éxito y el dinero, abandonemos la carrera y asumamos el fracaso, sin esperar con ello cambiar el mundo. Y tal vez, cuando dejemos de correr, quien va adelante ya no se sienta perseguido y comience a frenarse; tal vez quien viene detrás no tenga ya a quien perseguir, y comience a detenerse. Tal vez quienes corren a la par nuestra, no tengan ya con quien competir, y sientan la inutilidad de su ciega carrera. Y tal vez entonces el mundo empiece a cambiar. No por imposición de un grupo de iluminados, sino simplemente por necesidad colectiva.

Claro que esto no es tan sencillo, al menos de que se produzca colectivamente. No es posible complotar entre miles de millones de seres humanos, para ponernos de acuerdo de la noche a la mañana y decir: “¡Todos a una, abandonemos esta loca carrera y se caerá este sistema violento!”. Desde luego que cada vez hay más gente que va cayendo en cuenta de la dirección destructiva que llevan las cosas, y ha comenzado a cambiar su conducta, y en algunos casos se ha organizado para intentar cambiar el mundo. Pero eso no será suficiente hasta que los pueblos no caigan en cuenta masivamente de esta dirección destructiva.

Indefectiblemente, en algún momento caerán en cuenta, y el mundo empezará a cambiar. La pregunta es ¿Cuánto tiempo llevará y cuántas vidas costará?. Ojalá que se acelere la comprensión ahora, de lo contrario, la crudeza de los acontecimientos será la que se ocupe de acelerar tal comprensión.

Hacia donde va el mundo

Si damos una rápida mirada a la dirección que llevan las fuerzas de la Economía y la Violencia, veremos en su horizonte sufrimiento y destrucción.

El desenfreno del consumismo irracional, en lugar del desarrollo racional, lleva al mundo hacia el desastre ecológico, hacia la destrucción del medio ambiente, hacia el envenenamiento del aire y el agua, y hacia el agotamiento de los recursos naturales.

La feroz competencia globalizada, por proveer de mano de obra barata a las multinacionales, seguirá haciendo bajar el valor de los salarios y haciendo crecer la desocupación y la marginación. Y no faltará quien culpe de ello a China e India, por querer industrializarse, o a los inmigrantes por quitarnos el trabajo, aumentando con ello la violencia discriminatoria.

La lucha por los recursos energéticos no renovables, hará que se sigan invadiendo países y presionando gobiernos con cualquier pretexto. Las consecuencias destructivas de tal comportamiento ya están a la vista, pero aún no hemos visto lo peor, y el riesgo de la utilización de armas atómicas, es mayor aún que durante la guerra fría.

La burda descalificación que se hace de algunas culturas y religiones, con el fin de degradar a la víctima, para así justificar al victimario, con el fin de controlar los recursos estratégicos, potenciará los conflictos por el choque entre culturas.

El terrorismo en todas sus formas aumentará progresivamente, y en la medida que se siga alimentando el resentimiento, será cada vez más indiscriminado, y por lo tanto nada ni nadie estará a resguardo del mismo.

En la medida que la desocupación y la marginación avancen, y esta es la dirección que lleva el proceso, la violencia dentro de las sociedades irá creciendo, desbordando a cualquier intento de brindar seguridad.

Estos son solo algunos de los indicadores de que vamos hacia el desastre. ¿Serán inevitables estos desastres anunciados?. Hace un tiempo, en Argentina, tuvimos un pequeñísimo botón de muestra. Los humanistas anunciamos en 1998 que si no se salía del modelo económico de la convertibilidad, se iba hacia un desastre, y efectivamente, nadie nos hizo caso, y a fines del 2001 ocurrió el mayor desastre económico de la historia Argentina. Y ahora todos dicen, ¡Qué bueno que se cayó ese modelo económico, no podíamos seguir así!.

¿Será que en algún tiempo más los pueblos se mirarán retrospectivamente, extrañados de haber vivido y alimentado a este sistema deshumanizante?. ¿Y qué magnitud deberá tener el desastre para que las cosas cambien?. ¿Y cambiarán para mejor o para peor?.

Seguramente que en algunos círculos de poder, deben soñar con que la dirección que llevan las cosas, conduzca a un “equilibrio natural”, acorde a las teorías de Malthus. Seguramente pensarán que, después de una “crisis necesaria”, merced a las guerras y las hambrunas, la población disminuirá, y los sobrevivientes alcanzarán un equilibrio social, propio de la literatura owerlliana. Los sobrevivientes pobres contenidos en un nuevo apartheid global, y los sobrevivientes poderosos controlando todo desde su lujoso búnker.

Otros preferirán pensar en un final cinematográfico, en el que una revolución con banderas al viento termine con el reino de los malos. Y muchos simplemente no querrán pensar en el tema, suponiendo que las cosas se arreglarán solas, o que ellos nunca serán alcanzados por el caos.

Algunos creemos que para revertir esta dirección destructiva, hay que hacer lo posible para acelerar la comprensión colectiva del fenómeno. Se debe ir logrando que cada vez más gente deje de alimentar el círculo vicioso de la violencia, y presione a los gobiernos para que cambien sus políticas. Presionar hacia el desarme, presionar hacia la No-violencia, presionar hacia la democracia directa, presionar hacia el cambio del sistema económico.

Alguien podrá pensar que el ser humano está muy lejos aún de alcanzar el nivel de comprensión necesario como para poder corregir el rumbo que llevan las cosas Y efectivamente, más allá del acuerdo intelectual de muchos con estos temas, la trampa del individualismo nos lleva a la impotencia, y esta a la desilusión.

Pero si nuestra mirada no fuera tan superficial, y se internalizara en lo más profundo del ser humano, podría ver que por encima de los procesos sociales y las variables económicas, hay un milenario proceso interno en cada ser humano y en toda la especie. Ese proceso lleva una dirección evolutiva que no podrá ser detenida, ni por cuatro prepotentes vestidos de Rambo, ni por cuatro aves de rapiña especulando en la banca, ni por cuatro obsecuentes formadores de opinión, y ni aún por millones de indiferentes entretenidos en su insignificante vidita individual.

Porque la indiferencia empezará a doler, como le duelen las cadenas al que hace fuerza para liberarse, como le aprietan los zapatos al niño que está creciendo. Y a ese nuevo ser que está naciendo, comenzarán a quedarle chicos los ropajes de este sistema inhumano, y ya no lo motivarán los viejos y groseros deseos.

Alguien dijo una vez, en medio de la montaña: “...Hay deseos más groseros y deseos más elevados. ¡Eleva el deseo, supera el deseo!, que habrás seguramente de sacrificar con eso la rueda del placer pero también la rueda del sufrimiento.” Esas palabras, dichas por Silo hace 37 años en Punta de Vacas, hoy tienen más vigencia que nunca.

En algún momento, a cada vez más personas les repugnará su propia obsecuencia, su sumisión, su ambición y su violencia. Los deseos burdos perderán su encanto, porque y el sufrimiento que les corresponde se tornará insoportable. Y solo se encontrará un remanso en el reencuentro del ser humano con sus verdaderas necesidades, y con el vuelo de su reconfortado espíritu. Será más placentera la solidaridad que el egoísmo, la comunicación que la competencia, la satisfacción de la necesidad que el consumismo, la amistad que la violencia.

Entonces, los vendedores de basura ya no tendrán compradores. Los chantajistas ya no tendrán débiles a quienes chantajear. Los violentos no tendrán quien los siga ni quien les tema. Los mentirosos ya no tendrán quien les crea.

Nada de este sistema quedará en pie cuando se eleve el deseo. Y eso ocurrirá indefectiblemente, porque “no somos un bólido que cae, sino una brillante saeta que vuela hacia los cielos” (citando nuevamente a Silo).

Esperemos que no sean necesarios grandes desastres, para que se acelere el rechazo hacia el sistema actual. Esperemos que el crecimiento interno del ser humano debilite cuanto antes los cimientos de esta trampa mortal. Pero además de esperar, trabajemos para que ello ocurra.

Claro que todo esto es muy difícil de explicar desde las teorías economicistas, para las que seguramente resultará “poco serio”, mezclar la “objetividad de los temas de la economía”, con la subjetividad de los temas del espíritu.